De cómo la realidad supera la ficción

Victor Santacana, 25 años, Licenciado en Cine y Medios Audiovisuales, especialidad en dirección artística por la ESCAC

Un consejo (sobre)saliente: cuando acabas la universidad o los estudios te das cuenta que sales como un auténtico “pringado”, que tendrás que trabajar mucho para hacerte un hueco.  Pero toda meta implica un esfuerzo y hay que estar dispuesto a luchar por ella. 

El  corto “Mi Amigo Invisible” va de un chico tan y tan tímido que come las patatas sin sal. Es el resultado del quinto proyecto de 3º de carrera de un grupo de jóvenes de la ESCAC. En un tiempo récord (vamos, lo que dura un corto) esta generación de nuevos cineastas han recorrido ciudades como Málaga, Seattle o Los Ángeles presentando esa micro obra de arte de festival en festival. ¿Y detrás? Mucho trabajo, un gran equipo y un ultimátum: “las cuatro últimas prácticas que habéis hecho son una mierda, el profesor nos dijo: o hacéis bien esta o suspendéis”, nos explica Victor Santacana, director artístico de este cortometraje. ¿Y el director? Otro joven (sobre)saliente: Pablo Larcuen. Y bingo. Con Mi Amigo Invisible quedaron nada menos que finalistas en el Festival Sundance 2010 en Park City, Utah (Estados Unidos) y ganadores en el Festival de Cine de los Ángeles. Además, también han estado en festivales como el de Puerto Rico, el de Málaga, el Seattle International Film Festival o el Edinburg International Film Festival. A Victor Santacana le faltan adjetivos para definir la experiencia. “Fue la re-hostira”, admite, manteniendo aún con disimulo y después de algunos meses, esa media sonrisa de incredulidad. “Básicamente fue la primera vez que me di cuenta que todo lo que había estudiado o hecho, existía en la vida real y fue una pasada”.

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Nos citamos con Victor en el corazón de Barcelona, en plaza Catalunya y bajamos por las ramblas hasta un parque cercano al MACBA. Durante el camino, Victor nos cuenta que ha andado algo liado estos días y que dentro de poco se embarcará en un nuevo proyecto. “¿Que de qué va? No os lo sabría decir bien, bien. Si te soy sincero: no tengo ni idea. A mi me dicen "oye, Victor, ¿quieres trabajar aquí?” Y él dice que “sí” por defecto. Y es que Victor Santacana es de los que no sabe (o no quiere) decir no a nada, lo acepta todo y nunca rechaza ofertas y no necesita siquiera una lectura previa del guión. “Me gusta apuntarme a todo. ¿Por qué no? Tengo 24 años y vivo con mis padres, no tengo que pensar en facturas ni alquileres. Cada trabajo es una oportunidad para conocer y aprender cosas nuevas”. 

Lo de que es un creativo nato, sobra. Desde pequeñito ya era el tocalotodo de la família, el que cogía la camara y grababa videos caseros con los amigos,  el “encargado” de pasar a VHS las vacaciones de Semana Santa. Aunque luego las catedrales y los monumentos históricos nunca aparecían -reconoce- “que eso era muy aburrido”. Él se decantaba por rescatar aquellas ‘tonterias’ del viaje que, para los demás, quizás pasaban desapercibidas. Luego, que el vídeo gustara a la abuela o no ya era otra cosa. Aunque en casa de Victor ya están curtidos en eso de vivir junto con un director de arte. No es raro que de vez en cuando falte un jarrón o una lámpara o haya un cojín menos en el sofá. "Cuando tienes un proyecto en mente hay que ir -dice- a lo cutre", ponerse en modo todoterreno y estar dispuesto a hacer lo que sea. Para inventar un buen escenario empiezas de cero y es el director artístico quien busca el modo de encontrar todos esos objetos, ropa o muebles que se necesiten para recrearlo. Así que... si hay que recurrir al viejo truco “del amigo de tu amigo”, se hace. Si el catering al final es la nevera de tu casa, hay que estar preparados. Si hay que buscar colegas a lo loco para que te presten algo, pues no pasa nada. “A veces te paras a pensar y te dices: no lo volveré a hacer, pero después tienes el guión en tus manos y piensas esto es brutal". Pero para que esto sea brutal se necesita esto, esto y lo otro (...). "Y ya estás metido otra vez: es un círculo vicioso”. Pero el resultado lo compensa, ¿eh? Se para a pensar. Mira un rato al infinito. "Después ves lo que has hecho partiendo de absolutamente nada y dices ¡guau! esto es maravilloso".

Y no es para menos. Con "Mi Amigo Invisible" iban incluidos (aunque ellos aún no lo sabían) dos viaje de ida y vuelta a EUA. Primero a Utah, al festival Sundance, y luego al festival de cine de Los Ángeles. A Victor Santacana se le siguen iluminando los ojos. Habla del Sundance como un intercambio constante de ideas, de opiniones, donde todo el mundo busca cosas. “Si EUA tiene la industria que tiene es porque tiene una red de contactos muy extensa, ir ahí fue como ver la luz al final del túnel, como un regalo, te dices: vale, no sé cómo, pero yo quiero volver a estar aquí".  Nos cuenta que allí los autobuses no sirven solo como transporte de personas, sino que es donde se fabrica buena parte del oficio del cineasta: se pasan tarjetas de contacto, todo el rato, una tras otra. Y, con ellas, también van los sueños. Allí, en el mismo bus, Victor recordaba que no era difícil escuchar cada dos por tres interferencias de conversaciones ajenas: “¿Oye, vosotros sois los del corto de...?” “Te dejo mi tarjeta” “Estoy trabajando en esto: os puede interesar”. Y es que así es como funciona esto del séptimo arte. De conocer y de que te conozcan. 

A raíz de "Mi Amigo Invisible", a Victor no le han parado de llegar oportunidades "Yo, Elefante", corto donde también trabajó, ganó el primer premio en el Festival de Sitges 2012. También ha llevado la dirección artística de dos largometrajes: "Hooked up", de Pablo Larcuen y "Tots els camins de Déu", de Gemma Ferraté, que consiguió su financiación a través del sistema de crowdfunding superando incluso la cantidad inicial. Además de eso, también se ha pasado al mundo del videoclip y ha colaborado, entre otras cosas, como ayudante para la productora catalana CANADÁ  en los vídeos de The Vaccines o Justice. "Parece que este año pisaré poco Barcelona". Esto nos lo notifica por mensaje privado vía Facebook, desde Los Ángeles, donde ahora están intentando vender un largo a una productora. Y aunque no lo vemos desde aquí...  ya intuimos que sonríe. 


2 comentarios:

Anònim ha dit...

yuhu! nova actualització! anna escrius genial. no se com ho feu però soc addicta al blog..

Anònim ha dit...

No soy muy aficionada a los cortos, incluso podría decir que es el primero que veo. Pero me ha gustado mucho, encuentro que es original y está bien grabado (me gustan los primeros planos, especialmente el que se ve reflejado en la sopa). Pero sobre todo me gusta lo que hace Victor, el escenario y atrezzo estan muy bien encontrados: la habitación con los posters y comics; la camiseta ceñida y la sudadera roja; la mesa con los vasos naranjas, la leche, el mantel, el teléfono, la decoración de cristal de la pared... Todo hace que te sumergas en la historia. Sobresaliente! Enhorabuena!

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