Demasiado fácil hablar de redes sociales con el llamado “piloto 2.0”. El Movimiento I’mPossible obliga a Ramón a actualizar su día en día en Internet. Se debe a los “possiblers”, toda aquella gente que esponsoriza al piloto con donaciones, compras de merchandising o sencillos sms. Dispone de una página de fans en Facebook con más de 2.800 “likes”. Es una muestra del cariño que recibe en versión 2.0.
Aún así Ramón reconoce que a nivel personal no está “muy viciado”. Es menos de me gustas y grupos de ‘señoras que’, y más de comunicarse y estar en contacto con la gente. Sobre el último grupo recuerda poco. Algo de una fiesta organizada por la universidad de Inglaterra. Pero por aquello “de hacer un favor a un amigo”, no mal piensen.
Aún así Ramón reconoce que a nivel personal no está “muy viciado”. Es menos de me gustas y grupos de ‘señoras que’, y más de comunicarse y estar en contacto con la gente. Sobre el último grupo recuerda poco. Algo de una fiesta organizada por la universidad de Inglaterra. Pero por aquello “de hacer un favor a un amigo”, no mal piensen.
Aquí sí. Lo suyo son los RT, las fotos de sus avances y la puesta al día con todo lo que hace. Tiene 700 seguidores en Twitter a los que informar de como transcurre su camino a la F1. Hay de todo. Desde ánimos para el Barça, pasando por fotos de sus entrenamientos hasta comentarios de sus cortes de pelo. Pero con sus límites. “No me gusta explicar excesivamente mi vida privada”. Cuando hay carreras hay mucho que contar, cuando no se limita a eventos y conciertos. Tampoco hace falta más.
Dispuso de un blog personal en su momento, pero se vio engullido por la inmediatez de Twitter y Facebook. Mayor contacto directo con los “possiblers”, mayor utilidad. A día de hoy el Movimiento I’mPossible dispone de blog propio donde estar al día de las carreras, los premios y los avances de Ramón. Con cara compungida nos reconoce “No sigo blogs, lo siento”. Nada hombre, perdonado.
La canción de tu vida. “Ufff”. Un suspiro de esos de ‘en que aprieto me ponéis’. Reconoce que le va por épocas, que no hay ‘esa’ canción especial. Acaba confesando. Umbrella, de Rihanna, “fue una canción que me puse antes de mi primera carrera en formula, que luego no fue muy bien la verdad, pero me anima, me da muy buen rollo”.
Adiós al papel. Lo suyo es la lectura digital. Comprensible si tenemos en cuenta que vive la mayor parte del tiempo en Inglaterra. Aunque para informarse dice que últimamente opta mucho por Twitter. Más directo, más actualizado y más rápido. “Incluso he llegado a seguir los partidos del Barça únicamente a través de Twitter”. Lo que comentábamos, un piloto 2.0 de pies a cabeza.
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